viernes, 12 de septiembre de 2008

LITERATURA

Cuaderno de viajes: Morir en Benares

Viajando más allá de las fronteras de los países y del corazón

Hace pocos días en una de las clases de Taller de Competencias Comunicativas de la carrera de Comunicación Social de segundo año en la Universidad de Los Andes se tocó el tema de los escritores en el Táchira: cómo deben pasar por “odiseas” para publicar sus obras y después de eso sus ejemplares se quedan muchas veces en el olvido por el mito de que en el estado no hay escritores y si los hay no son buenos, ni relevantes, ni conocidos para adquirir sus obras y por este motivo no se les da la publicidad necesaria a sus trabajos.

Pero esto es una gran mentira, ya que en el Táchira abundan escritores de todas las ramas, estilos y calidad, como es el ejemplo del profesor Bernardo Enrique Flores Ortega y su obra Morir en Benares, un cuaderno de viajes donde relata sus vivencias y experiencias en varios de los lugares más impresionantes y exóticos del mundo.

El autor comienza con una carta al lector para que abran su imaginación a las 10 aventuras que se relatan y dividen el libro; empezando por Francia específicamente en la Catedral de Chartres donde un laberinto en el suelo lo hace recordar, reflexionar y años más tarde escribir en este libro sobre la mitología griega y la historia del laberinto de Creta con su Minotauro.

Cabe destacar que en cada uno de estos “capítulos” del libro, Bernardo Flores recrea lo vivido en sus viajes haciendo hincapié y recordando los acontecimientos históricos de aquellos sitios que él visitó, además de narrar la arquitectura y la forma de vida de esos lugares, realizando al final de cada parte reflexiones y dejando enseñanzas desde su punto de vista, dándole un plus de información al lector.

En la segunda parte, se toca el lado espiritual católico vivido por Bernardo Flores al visitar en España el lugar de nacimiento de Santa Tereza de Ávila, en este sitio él describe la sensación y la presencia de una entidad que lo llena de paz y comienza su relato con una pequeña biografía de la Santa.

Morir en Benares también cuenta con un toque cómico que le da el autor al contar ciertos acontecimientos con mucha gracia, tal como ocurre en el tercer relato del libro que se trata de su viaje a China en un paquete turístico, algo que al escritor no le gusta por estar sometido al itinerario de la guía turística: “-¡Mañana Ciulá Plohibila. Tolo mundo listo a las siete!-, grito nuestra guía china en ‘perfecto’ español.” (p. 38); el relato que describe la visita a la Ciudad Prohibida es acompañado con la historia y formación de dicha ciudad y del imperio de ese país.

La visita realizada al Tíbet y la historia del florecimiento del budismo en esta región, las anécdotas del taxi-bicicleta, del “Centro de Salud y Recreación” y de las jóvenes chinas proponiéndole un “Sex massaje” son parte del cuarto relato del cuaderno de viajes de Bernardo Flores.

La quinta parte del libro continua con los viajes realizados por el continente asiático, esta vez en la India donde visita los templos eróticos en Khajuraho, describiendo su estructura, historia y significado además de contar una particular experiencia al momento de tomarle una foto a un sacerdote en un ritual con fuego.

En la mayoría de los capítulos el autor relaciona algo con la mitología griega y el capítulo seis está dedicado a parte de esta mitología ya que se trata de su visita al templo del dios Apolo en Grecia; haciendo relevancia a las predicciones de la vida que hacían las pitonisas o adivinas en los tiempos de los dioses.

“Segovia: un alcázar real y una pensión de mala muerte” así se titula el séptimo capitulo de la obra ya que en él esta la visita hecha a Segovia en España donde se encuentran obras de ingeniería importantes como el acueducto romano y un castillo real de la época celta que llama la atención del escritor, pero también la casa donde vivía alquilado en un pequeño cuarto con sus pocas pertenencias en penuria y malas condiciones el poeta Antonio Machado; como se describe en el libro.

No podía hacer falta el continente americano en este cuaderno de viajes, el lago Titicaca ubicado entre Perú y Bolivia es uno de los sitios que ha visitado Bernardo Flores y en la octava parte del libro relata lo ocurrido en estas tierras junto con las creencias y mitos de los habitantes del lago.

La novena parte del libro está inspirada en el cuadro de Sandro Boticelli “El nacimiento de Venus” que deslumbró al escritor cuando lo vio en la galería de los Uffizi en Florencia, Italia y ocasionó en ese viaje las reflexiones del amor, el desamor y la unión de los seres en las mitologías y en la historia del ser humano; queriendo llegar a tocar el lado sentimental y pasional del lector.

Bernardo Flores concluye su obra con la décima crónica que lleva el nombre del cuaderno de viajes “Morir en Benares” ya que se trata del viaje que realizó a Benares en la India y donde descubrió un ritual que hacen sus habitantes al momento de morir y también con los restos de sus seres fallecidos en la orilla del Río Ganges para no volver a reencarnar y poder descansar en paz; en el libro se relata la historia de este ritual y como es la vida alrededor de este importante Río.

Sin duda alguna, la obra a través de la letra y la imagen lleva al lector a revivir las aventuras del autor por el mundo, haciendo de esté un libro universal que se puede leer en cualquier parte ya sea España, Colombia, México o donde haya un aventurero o un curioso de los ritos, tradiciones y culturas de diferentes países.

El aventurero, profesor y escritor de Morir en Benares:

Bernardo Enrique Flores Ortega es Profesor Titular de la Universidad de Los Andes en San Cristóbal, Venezuela (ULA-Táchira). Filólogo clásico, lingüista y estudioso del mito y de otras formas simbólicas, coordina, desde hace años, el seminario de Mitología Clásica. También es coordinador del Grupo de Investigación en esa misma institución educativa. Ha publicado La adquisición del modo subjetivo (1993), La alimentación en el Táchira. Su expresión en el habla culta de San Cristóbal (1997), Dos discursos para la universidad (1998), La vigencia de los dioses (1999), El símbolo y sus mascaras (1999), Esa llanura temblorosa… una travesía por el mar interior de J. M. Briceño Guerrero (1999), Siete noches en la vida de Borges (2001), Tras la huella del mito (2002, 2003), Las claves del destino. Manual de astrología practica (2004) y Comunicación, integración y cultura en America Latina (2005). *

* Tomado del cuaderno de viajes “Morir en Benares” segunda edición 2008